martes, 31 de julio de 2007

11. Aquel gitano en Madrid


Ahora lo recuerdo, era el mes de marzo, en el tren hacia el aeropuerto de Madrid, tomó mi maleta para ayudarme a salir, yo recuperé con fuerza el asa porque esa no era mi parada cuando una mujer gritó "le roban", el gitano manos traviesas, deslizaba la otra mano en mi bolsa. Nos robó esa mujer el alma en el espanto. Salió corriendo del tren, vacías sus dos, miles de manos, el pulpo gitano.
¿Premonición? Voy hacia el encuentro de lo gitano, de la errancia, sin pertenencia le robas al mundo el derecho a la existencia.
Llegamos a Belgrado, una ciudad hermosa, con rasgos de capital comunista.
El hotel es un viaje en el tiempo, en la planta baja está la recepción y el bar, como en las películas de los años cincuenta, y en los elevadores aún colocan ceniceros de pie. Corremos con suerte, esa noche todos los museos están abiertos, más que las obras de arte nos interesa la gente joven que hace colas en galerías y en museos durante toda la noche, vestidos a la última moda, Belgrado es la ciudad de Europa del Este que cuenta con más cajeros automáticos, hay uno en cada esquina.
Estoy en la lógica económica de los personajes de Dostoievski, cuando el más se vuelve el menos y vice-versa, "tú rico le dice una puta y lanza los billetes a la chimenea", eres pobre porque eres muy rico, y las divisas no tienen ningún significado, no me extraña este primer rito de iniciación antes de visitar la iglesia ortodoxa de Belgrado, ir a un cajero automático y sacar 30.000 dinares en vez de 3,000, elegir el botón del extremo derecho que es siempre el de la cantidad mayor, tener en la billetera miles de dinares, incontables, ¡soy millonaria! Lo que no significa nada en florines ni en euros ni en pesos.
Ya no tengo miedo, me robé a mí misma, me he convertido en gitana.

(La foto de los niños la tomé a la entrada de la Iglesia ortodoxa de Belgrado)
Les mando Eder Lezi, esa hermosa canción gitana, estoy en Roma...
http://viajealeste.imeem.com/music/pbNpGkbU/eder_lezi/

domingo, 29 de julio de 2007

10. Viva la novia gitana


Por la tarde regresamos al hotel, el hijo del dueño que es muy amable, nos invita a almorzar, el restaurant está rentado para una boda de gitanos pero nos reservaron una mesa.
Vamos a la calle a recibir a los músicos, a los novios que llegan a sus segundas o terceras nupcias. Ella es una novia hermosa, una novia madre, la acompaña su hijo de entre nueve y diez años.
Bella gitana, ojos almendrados y en vez de vestido lleva puesto un traje sastre y un corset que deja entrever sus formas femeninas. Danza y es bella, la novia gitana. Le faltan algunos dientes, desconozco los cánones de belleza, ignoro si estipulan tener todos los dientes y todas las muelas, mas me parece que en ella, los dientes faltantes son signo de belleza, de la imperfección que nos lleva a adorar a aquellos que nos han atrapado en la pasión, una loca pasión guarda en secreto la huella de esa imperfección, de lo que no es una falta sino un toque, la firma cinselada de lo divino.
Gitana chimuela baila en su primer díá de nupcias y aún le quedan tres días para impregnar el espacio de su sensualidad.
Nosotras seguimos hacia Belgrado, ellos permanecen en la alegría, en la fiesta, en Europa y en la falta de reconocimiento.
Toda vida requiere de ritos y toda fiesta de músicos, ¡Llamen a los gitanos!.
La novia baila y el hijo aprende con ella los pasos de baile.
Los músicos beben, ¿para olvidar? ¿para continuar cantando? Las cuerdas lloran el alma gitana.
Para despedirnos, el chico del hotel nos lanza petalos de rosa sobre el parabrizas.
Les mando algo de música gitana: http://viajealeste.imeem.com/music/OE_K_HpP/o_dila/

9.Exiliados del progreso



De mañana, el mesero nos recomienda ir a la feria ganadera, orgullo de Novi Sad. El progreso está en Novi Sad y los bavieros le venden a Serbia la llave. Todo el pueblo está aquí, incluso la taxi driver vino a ver las novedades en tractores y abonos.
La vida sigue, como nos decían en un bar de Vukovar a las cino de la tarde, después de un día de trabajo, un cartero y un chofer. Para los visitantes de la feria, el futuro se vislumbra económicamente mejor. Mas la vendedora de dulces en forma de corazón con incrustaciones de espejitos y, los vendedores de juguetes de proveniencia albana, que ofrecen focas saltadoras y mecanismos de donde brotan burbujas o pollitos recién nacidos; juegan y se burlan del progreso, desde los márgenes.
http://viajealeste.imeem.com/music/A3liuzfd/the_light_of_your_hair/

8.El Frida Kahlo

Cruzamos la frontera serbia, llegamos a Novi Sad, una ciudad grande. En búsqueda de hotel, imposible encontrar cuarto, hay una feria ganadera. Ya entrada la noche, llegamos a una casa de huéspedes, nos reciben en la cocina, tienen un cuarto libre. Entra a la cocina la chichonila en minifalda, y tras de ella, un hombre agazapado, casi escondido tras de la pared, la mujer que nos atiende nos persuade de que es la "taxi driver" más famosa de Novi Sad, hago como que le creo, bueno, seguro es tan famosa porque conduce a los hombres hasta el cuarto. Por la noche salimos, yo intento cambiar algo de dinero croata, porque ningún banco serbio lo acepta, voy a una casa de cambio y pierdo la mitad pero nos alcanza perfectamente para tomarnos unas copas. Encontramos un bar perfecto, el Frida Kahlo, entramos y en cuanto saben que somos mexicanas, cobramos fama, nos entrevista una reportera. Triste, ningún joven entiende qué hacemos en su ciudad, donde según ellos, no hay nada, ni siquiera esa "nada" que aviva la esperanza. En el Frida Kahlo conocemos a Tomas, y su frase sigue resonando en mis oídos, "hay dos religiones, la de los que matan y la de los que no matan".

El viaje sigue, y ahora al ritmo de música serbia: http://viajealeste.imeem.com/music/SoDDn-eH/dal_znaes/
Ahí les va la foto del equipo:

jueves, 12 de julio de 2007

7.Vukovar o un mundo balaceado



Vamos hacia Belgrado, nos negaron la visa para ir a Sarajevo, después de pasar varias horas en la embajada de Bosnia Herzegovina en Paris, experiencia cercana a lo kafkiano, una mujer de edad media, muy hermosa, nos recibe y nos pide guardar silencio, la embajada es apenas un pasillo, atrapado entre dos oficinas, nos piden una invitación, como en las épocas de los países comunistas, la mujer nos repite sin cesar que el consul no puede hacer nada y el famoso consul que parece personaje de Cristian-Bilal, está justo en la puerta de lado de la ventana, fumando...

De camino hacia Serbia, paramos unas horas en Vikovar, pensando que la ciudad en donde ocurrió uno de los episodios más sangrientos de la guerra de los Balkanes en 1991, habría sido reconstruida; para nuestra sorpresa, las marcas de los bombardeos y de las balas permanecen. Vukovar es una ciudad próxima a la frontera con Serbia, con población mayormente croata. Víctimas del nacionalismo de Milosevic quien pretendía hacer la gran Yugoslavia, borrando las diferencias y la conviviencia de siglos. Vukovar, la ciudad más cercana a la frontera, estuvo sitiada durante 85 días, 1,100 personas fueron asesinadas y 2,600 ciudadanos y soldados desaparecidos. Las heridas de la guerra siguen a flor de cemento, y el cementerio guarda en duelo los nombres.