domingo, 24 de junio de 2007

6. Se escribe Peic pero se pronuncia Page.



Mejor conocida como la ciudad de los cinco templos, una catedral, una antigua sinagoga, una mesquita convertida en iglesia, y otra aún consagrada a la media luna, hacen un aparente círculo alrededor de la plaza. La energía dervishe danza en círculos concéntricos para mantener la fe. No muy lejos, se encuentran unas tumbas romanas con frescos, patrimonio cultural de la UNESCO.
Nos iniciamos en la búsqueda de hoteles, leitmotiv de este viaje. Por suerte, siempre encontramos los extravagantes, como éste de Péic, con vista a los andenes de la estación, cuartos decorados estilo Gulash y los que "modernizan" estilo muebles de madera de Copilco, lo que nos produce cierta tristeza.
Entre viñedos radica la burguesía húngara. Sobre las colinas se vislumbra el Pedregal de Péic.
El primer regalito del viaje, una multa por no pagar el estacionamiento, adorna el parabrisas.